Asegúrate de que las entradas y salidas de aire no estén bloqueadas por objetos como cojines o mantas.
Utiliza la laptop sobre superficies planas y duras en lugar de sobre telas o alfombras.
El polvo puede obstruir los ventiladores y disipadores de calor, reduciendo la eficiencia de refrigeración.
Usa aire comprimido para limpiar las rejillas de ventilación y el interior de la laptop cada pocos meses.
Un soporte con ventiladores puede ayudar a mejorar la circulación de aire y reducir la temperatura del equipo.
Asegúrate de que la base de refrigeración sea compatible con tu modelo de laptop.
Aplicaciones que consumen muchos recursos pueden generar calor adicional.
Cierra programas innecesarios y optimiza el uso del procesador con herramientas como el "Administrador de tareas".
Actualizar los controladores y el sistema operativo puede optimizar el rendimiento y reducir el esfuerzo del hardware.
En especial, verifica las actualizaciones del BIOS y de la tarjeta gráfica.
Siguiendo estos consejos, tu laptop se mantendrá en mejor estado y evitarás problemas relacionados con el sobrecalentamiento, mejorando su durabilidad y eficiencia.